Según el informe “La resiliencia de la animación tras la Covid-19” publicado por los Premios Quirino de la Animación Iberoamericana, qué puedes descargar aquí de forma gratuita, a nivel mundial la animación ha podido reaccionar a la crisis provocada por el coronavirus de manera que apenas se ha visto alterada la cadena de producción.
Algo que han sabido hacer no sólo los grandes players de Hollywood, dónde por ejemplo Disney ha seguido produciendo el esperado film de Pixar “Soul” con equipos de teletrabajo; Dreamworks (que fue pionero al estrenar “Trolls World Tour” bajo demanda) sigue produciendo “The Croods 2”; Paramount que está terminando “The Sponge Bob Movie: Sponge on the Run”; o Sony que terminará dos películas de animación para este 2020: “Connected” y “Wish Dragon” sino también las empresas ibero americanas dedicadas a la animación.
Como puedes ver en la gráfica que acompaña a este post, el porcentaje de producción mantenida durante la pandemia por las empresas de animación en cada país iberoamericano Se ha mantenido muy estable en los principales mercados (España, México, Portugal, Argentina…)
Nico Matji, presidente de Diboos (la asociación de productores españoles de animación), afirma que “hemos podido pasar al teletrabajo con relativa facilidad porque somos empresas eminentemente digitales, acostumbradas a aprender e innovar constantemente”.
Algo relevante si tenemos en cuenta que en España la industria de la animación y de los efectos visuales comprende el 4% del total de las empresas audiovisuales. Sin embargo, genera el 20% del empleo del sector audiovisual, lo que corresponde a cerca de 8.000 profesionales (del cual un 35% es empleo femenino).
Y es que, según Patricio Escala, productor del corto chileno ganador del Oscar “Historia de un oso”, la animación ofrece la posibilidad del teletrabajo sobre todo para el 2D y el 3D, pero, además: “aquellos actores que se dedican al doblaje o la locución habitualmente tienen estudios en sus casas, por lo que ese trabajo también puede continuar en este contexto”.
Por su parte José Ignacio Navarro, presidente de Animachi (Chile) explica que la animación siempre ha recurrido al teletrabajo, incluso por el hecho de que a menudo se contrata el talento internacionalmente. El pipeline remoto puede convertirse en cualquier caso en la ‘nueva normalidad’. Se debería confiar en los artistas para trabajar desde sus hogares, cerca de sus familias, en lugar de obligarles a ser nómadas que siguen las producciones abiertas.