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Emiliano Piedra, el productor español de Orson Welles

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Rioja
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¿Sabias que un madrileño fue el productor de la mítica «Campanadas a medianoche» de Orson Welles?

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Se trata del gran Emiliano Piedra Miana, posiblemente uno de los productores más relevantes de la historia del cine español del que creo que podemos aprender 3 cosas:

  • Piensa en grande. Apuesta sólo por proyectos ambiciosos. ¿Quien dijo «no se puede hacer algo así en España»?
  • Se creativo a la hora de financiar tus películas. ¿Y si la solución pasa por crear una productora en Suiza?
  • No te rindas. La vida da muchas vueltas. Emiliano empezó en el mundo de la distribución y saltó al de la exhibición antes de terminar en el de la producción.

Nacido en Madrid en 1931 y huérfano de padre, a los diecisiete años empezó a trabajar en la distribuidora Magister Film. Tras recorrer muchos pueblos del centro de España (sobre todo en la provincia de Cuenca) como proyeccionista ambulante, en 1952 apostó por la fabricación y venta de proyectores de 16 milímetros hasta que en 1957 fundó, junto a José López Brea, su propia distribuidora, Brepi Films.

Tres años después, en 1960, comenzó a producir de la mano de Producciones M.D., la productora propiedad de la actriz Marujita Díaz y gestionada por el productor venezolano Espartaco Santoni, siendo nombrado dos años después presidente de la compañía. Aunque ese mismo año de 1962 fundó con el apoyo inicial del citado Santoni la productora Internacional Films Española.

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Y precisamente su primer gran proyecto «Campanadas a medianoche», escrita y protagonizada por el mítico Orson Welles, adaptación de la serie de obras de William Shakespeare que tienen como personaje común a Falstaff.

En 1964 Welles había conocido a español Emiliano Piedra, se habian hecho amigos y querían trabajar juntos. Tal y como relatan en la página de la película en Wikipedia, Piedra no tenía claro que una película basada en una obra de Shakespeare fuera lo suficientemente comercial y propuso a Welles hacer en su lugar una versión de «La isla del tesoro». Welles estuvo de acuerdo, con la condición de poder hacer simultáneamente «Campanadas a medianoche». Lo que no sabía Piedra es que en realidad Welles nunca tuvo ninguna intención de hacer realmente «La isla del tesoro» aunque habilmente Welles utilizó en la preproducción el truco de construir decorados que se podrían utilizar en las dos películas y también hizo pruebas a los actores para las dos películas.

Según cuentan en esta entrada de la web de la Real Academia de la Historia, el presupuesto inicial de 800.000 dólares se vio rápidamente desbordado y Piedra se vio obligado a buscar financiación suplementaria, que fue aportada primero por Alfredo Matas y, ya en fase de posproducción, por el británico Harry Saltzman, a quien no le iban nada mal las cosas gracias a la serie de James Bond.

La película se rodó en localizaciones de Colmenar, Madrid, Pedraza, Soria y el Pais Vasco entre septiembre de 1964 y abril de 1965, con una pausa en el rodaje desde finales de diciembre hasta finales de febrero mientras buscaban financiación adicional.

A nivel de producción, una de las curiosidades más reseñables fue la iniciativa de Piedra de registrar en Zúrich una productora fantasma para presentar la película como coproducción hispano-suiza para poder justificar la presencia masiva de elementos extranjeros entre técnicos y actores.

La versión española se estrenó en Barcelona el 22 de diciembre de 1965 con muy buena acogida por parte de la crítica, que alabó unánimemente el esfuerzo que suponía una obra de tan alto nivel artístico por parte de un productor español. En el extranjero por contra no corrió la misma suerte. Aunque hoy en día está considerada como uno de los mayores logros de Welles e incluso el propio director decía que era su mejor obra, tras su estreno en el Festival de Cine de Cannes en mayo de 1966 inicialmente fue despreciada por la crítica.

Sin embargo, desde el punto de vista económico, la película supuso la bancarrota para Internacional Films Española, que no produjo ninguna película más.

Más tarde, siguió apostando por proyectos ambiciosos entre los que destacan dos adaptaciones de clásicos de la literatura española del siglo XIX, «Fortunata y Jacinta» y «La Regenta», protagonizadas ambas por su mujer, la actriz Emma Penella.

Ya en 1980 construyó los céntricos Cines Luna, dedicados a exhibición de películas en versión original, trasladando las oficinas de su productora al último piso del edificio, desde donde produjo la trilogía musical que unió a Carlos Saura y Antonio Gades en «Bodas de sangre» (1981), «Carmen» (1983) y «El amor brujo» (1986).

Finalmente, tras producir en 1988 la película «Berlin Blues» de Ricardo Franco, se embarcó en la producción de una completa adaptación del Quijote para TVE escrita y dirigida por Manuel Gutiérrez Aragón de la que sólo se pudo ver completada la primera parte antes de fallecer en 1991.

Licenciado en Comunicación Audiovisual, Master MBA y Master en Administración de Industrias Culturales. A lo largo de mi vida laboral he participado en la producción de diversos proyectos audiovisuales de televisión, publicidad, video digital y cine tanto en España como en Reino Unido, Perú y México. Desde 2018 trabajo Morena Films (Madrid) donde actualmente desarrollo mis propios proyectos como productor de cine y televisión.

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