Históricamente, el papel de las productoras independientes ha sido el de descubrir nuevos talentos, iniciar proyectos mediante la adquisición o la creación de nuevas IPs, desarrollar los guiones, incorporar talento creativo a los proyectos, y obviamente producir el contenido (ya sea cinematográfico o televisivo) para más tarde comercializarlo a través de distribuidores y/o agentes de ventas con el objetivo de llegar a la audiencia ya sea a través de la pantalla de una sala de cine, de una cadena de televisión, de las plataformas VOD o por cualquier otro medio.
Y es que el papel de una productora independiente está en el corazón de cada proyecto audiovisual de ficción (se explote donde se explote) e implica el desarrollo creativo, la producción y la gestión presupuestaria y financiera del mismo.
Sin embargo, si no se presta especial atención a la hora de negociar los términos contractuales relacionados con la financiación y explotación en los contratos de encargo (como los que se firman cuando una plataforma VOD encarga a un productor independiente la producción de su nueva película o serie «original») el valor del rol clave que juegan los productores independientes podría correr el riesgo de verse minusvalorado.
Es por este motivo que desde The European Producers Club (EPC), la asociación que agrupa a los 130 productores de cine y televisión más influyentes de Europa, han publicado en su página web un «Código de Buenas Prácticas» que tiene como objetivo precisamente establecer los parámetros básicos que se deberían tener en cuenta a la hora de redactar los contratos de encargo entre las plataformas VOD y los productores independientes en quienes confían la producción de sus contenidos originales.
Cuatro principios básicos
Estos son los cuatro principios básicos en los que se deberían basar los contratos de encargo de contenidos originales según The European Producers Club:

- Remuneración justa y proporcionada y participación económica de los productores: Proponenn que el principio de remuneración adecuada y proporcionada (que ya está previsto por la Unión Europea para los autores, directores y otros propietarios de derechos de autor) también debería aplicarse a los productores independientes. Consideran que una remuneración adecuada y proporcionada para las empresas de producción independientes debería incluir un fee del productor razonable, un porcentaje del presupuesto destinado a gastos generales de acuerdo con los estándares de la industria y una remuneración adicional a determinar de manera justa y en función de los resultados de visualización del contenido. Y recuerdan que debería incluirse en el presupuesto aprobado una reserva para contingencias adecuada.
- Contribución de los productores y derecho a participar en futuras obras derivadas: Por otro lado, sugieren que cuando una productora independiente haya adquirido, creado o desarrollado conjuntamente una propiedad intelectual, esa IP subyacente debería permanecer en manos de la productora, incluidos los derechos para realizar secuelas, precuelas, remakes y cualquier otra obra audiovisual derivada basada en la película o la serie. A modo de ejemplo, consideran que la productora que ha producido la primera temporada de una serie de televisión basada en esa IP debería participar como productora en todas las temporadas posteriores de esa misma serie. Desde EPC creen que los derechos de explotación otorgados a las plataformas VOD deberían limitarse a los derechos sobre la película o serie de televisión que la plataforma VOD necesite en relación con la explotación primaria de la obra en su servicio, permitiendo a la productora explotar o no los derechos adicionales restantes por ejemplo para su estreno en salas o en televisión en abierto tras un plazo razonable de exclusividad. Consideran que las plataformas VOD solo deberían requerir la licencia de los derechos que realmente explotan o, en todo caso, deberían adquirir esos derechos adicionales mediante el pago de tarifas adicionales. Además sugieren que todos los derechos de explotación otorgados a una plataforma VOD deberían volver a la productora independiente después de un período de tiempo razonable.
- Transparencia y rendición de cuentas. Para que la productora independiente obtenga una idea del éxito de las obras que ha producido, desde EPC creen que las plataformas VOD deberían proporcionar a la productora independiente información periódica y completa sobre la explotación de la obra, en particular con respecto al número de visualizaciones (especificando datos detallados para los territorios clave), así como información completa sobre cualquier explotación fuera de la plataforma y los ingresos así generados.
- Ayudas públicas e incentivos fiscales. Por último, desde EPC proponen que las ayudas, subvenciones y los incentivos fiscales destinados a producir obras audiovisuales nacionales y europeas en los Estados miembros deberían ser accesibles únicamente a través de empresas de producción independientes ya que entienden que estos ingresos deberían considerarse parte de la contribución financiera del productor, permitiendo a las productoras mantener la propiedad y el control de los derechos de explotación.