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Producción de cine

Así iba a ser la nueva Ley del cine que ha quedado paralizada por el adelanto electoral

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La decisión precipitada de Pedro Sánchez de convocar elecciones generarles anticipadas tras el fracaso del PSOE en los comicios municipales y regionales del pasado domingo tiene una consecuencia nefasta para nuestro sector.

Y es que, como sabes, la nueva Ley del Cine y de la Cultura Audiovisual estaba apunto de entrar en vigor tras haber sido tramitada en el Congreso por procedimiento de urgencia y solo faltaba que fuera ratificada por el Senado.

Sin embargo, ahora todo ha saltado por los aires y el proyecto ha quedado paralizado en vía muerta.

Una auténtica faena para el sector pues el nuevo texto, con sus luces y sus sombras, reconocía – entre otras novedades – que el cine es solo una parte de todo un ecosistema de creación artística e industrial audiovisual, abriendo la posibilidad de que las series tambien pudiesen recibir subvenciones.

La nueva ley que iba a sustituir al texto actualmente en vigor desde 2007, buscaba fortalecer las industrias audiovisuales españolas internacionalmente, respaldar los procesos de creación y autoría, poner en valor el patrimonio audiovisual, y fomentar una creación audiovisual sostenible, accesible, igualitaria, innovadora, internacional y digital.

Así iba ser…

  • La nueva Ley de cine incorporaba su primera gran novedad en el nombre: “Ley de cine y de la cultura audiovisual”. Y es que la nueva redacción aspiraba a recoger, entender y apoyar la cultura audiovisual en su conjunto, riqueza y diversidad, y no restringirse a una única de las formas de creación (la cinematográfica). Entendiendo que el cine es solo una parte de todo un ecosistema de creación artística e industrial audiovisual, y la ley ha de atender a ello.
  • Con el objetivo de apoyar e impulsar a todos los apartados de la cadena de valor del audiovisual tanto fuera como dentro de España, la nueva ley planteaba nuevas ayudas que incidirían no solo en la producción, sino también en la exhibición; la internacionalización; el desarrollo de proyectos; la digitalización de salas; el apoyo a salas independientes o de núcleos rurales y la conservación del patrimonio.
  • La Ley reconocía que la calificación por edades es una rareza en el campo de la cultura puesto que el Estado solo mantiene esa obligatoriedad en el cine en salas, no así los libros, ni el teatro, ni la música, ni los contenidos audiovisuales en otros canales por lo que la nueva ley iba a favorecer la corregulación, con un sistema más coherente y flexible, eliminando la obligatoriedad de calificar por edades las películas en el ICAA como requisito para su estreno en salas. En su lugar, se proponía un nuevo sistema similar al de los servicios de comunicación televisivos, lineales o a petición. Una novedad en favor de la competencia, que iba a aligerar los requisitos y trámites que han de cumplir las empresas para hacer llegar una película al público.
  • El proyecto planteaba que instituciones y ciudadanía debían poder evaluar los resultados de las políticas culturales. Establecía la obligación de elaborar y publicar cada 4 años un Plan estratégico para la cinematografía y la cultura audiovisual, la obligación de publicar informes anuales sobre las medidas impulsadas y sus resultados y las estadísticas y estudios sobre la actividad del sector que se estimen necesarios y de interés para los ciudadanos.
  • La nueva ley proponia que las ayudas valorasen 4 aspectos clave de forma transversal en todas sus convocatorias: El fomento de la igualdad de género; la sostenibilidad e impacto ambiental; la contribución a la transición digital y la incorporación de medidas de accesibilidad universal. Además, las ayudas se ajustarian con la nueva ley a los criterios europeos en materia de ayudas públicas: más abiertos y flexibles que los que establece la ley actual.
  • Corrigiendo la definición que se incluyó en la recientemente aprobada Ley General de Comunicación Audiovisual, la nueva ley mantenía la definición de «productora independiente» reclamada por el sector.
  • En las ayudas a la producción, destacaba como novedad la posibilidad de establecer límites temporales a la cesión en exclusiva de los derechos de explotación de las otras obras audiovisuales con financiación del Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales (ICAA).
  • Y se abría la puerta a nuevos tipos de ayudas más modernas y acordes a la realidad del audiovisual, como por ejemplo: ayudas para desarrollo de proyectos audiovisuales de cualquier tipo, no solamente películas; Ayudas a proyectos de investigación, creación de audiencias o alfabetización; Ayudas a laboratorios de desarrollo o formación; Ayudas para la distribución de cine español en el extranjero, siguiendo el ejemplo francés; ayudas para distribución en espacios alternativos o en internet para películas de difícil difusión.
  • El proyecto también proponía la creación de un nuevo órgano como espacio estable de diálogo y trabajo conjunto entre el sector y las administraciones: el Consejo Estatal de la Cinematografía y la Cultura Audiovisual, el cual debía estar en marcha en el plazo de 6 meses desde la entrada en vigor de la ley. Siguiendo el ejemplo del Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música (INAEM), este Consejo (compuesto por representantes de asociaciones y organizaciones de los sectores, de la administración estatal, autonómica y local, y vocales seleccionados en atención a su reconocido prestigio) iba a ser una herramienta para el diálogo, la comunicación y la cooperación en el ámbito de la cinematografía y la cultura audiovisual que abordaría cuestiones de políticas públicas, alfabetización audiovisual o patrimonio, entre otras.
  • En defensa de la diversidad audiovisual, el nuevo texto trataba tambien de facilitar el cumplimiento de la cuota de pantalla de cine europeo e iberoamericano en la exhibición.
  • La futura Ley que ha quedado paralizada apostaba por apoyar a los autores en todas las fases de la creación facilitando su presencia internacional, apoyando laboratorios de creación y desarrollo en España y apoyando el desarrollo de cualquier obra audiovisual (series, por ejemplo) y no solo películas.
  • La promoción internacional se ampliaba a todo el audiovisual español, no solo películas, sino también series o proyectos y se se clarifican criterios para certificar obras españolas, eliminando trabas.
  • El proyecto legislativo incidía en la importancia de la protección y difusión del patrimonio cinematográfico y audiovisual. Se clarificaba la labor de protección y difusión del patrimonio cinematográfico de Filmoteca Española y el papel de las comunidades autónomas en su misión de recuperación y restauración. Y planteaba la creación de ayudas específicas para la conservación del patrimonio audiovisual.
  • La ley se planteaba tambien proteger especialmente los colectivos con dificultades de acceso por discapacidad. Por primera vez iba a ser requisito para acceder a las ayudas de largometrajes y distribución la incorporación de sistemas de accesibilidad. Además las empresas que aspirasen a ser beneficiarias de ayudas públicas habrían tenido que cumplir con la cuota de reserva de puestos de trabajo para personas con discapacidad.
  • Además, la nueva ley preveía una mejora en Filmoteca Española en la accesibilidad para la difusión de las obras cinematográficas, teniendo en cuenta, en todo caso, las especiales características de las obras y los fines de difusión del patrimonio.

Licenciado en Comunicación Audiovisual, Master MBA y Master en Administración de Industrias Culturales. A lo largo de mi vida laboral he participado en la producción de diversos proyectos audiovisuales de televisión, publicidad, video digital y cine tanto en España como en Reino Unido, Perú y México. Desde 2018 trabajo Morena Films (Madrid) donde actualmente desarrollo mis propios proyectos como productor de cine y televisión.

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