Según datos del «Libro Blanco» presentado recientemente por DIBOOS (la Federación Española de Asociaciones de Productoras de Animación) la industria española de la animación y de los efectos visuales facturó el año pasado 654 millones de euros y empleó de forma directa a 7.450 profesionales.
Nada mal para un sector compuesto por algo más de 250 empresas (principalmente afincadas en Madrid y Cataluña) que representan solamente el 4% del número de empresas del tejido audiovisual en nuestro país pero que, sin embargo, genera el 20% del empleo y el 9% de la facturación total de la industria audiovisual.
Y es que la animación, tal y como señala el informe, se trata de un sector atomizado, compuesto principalmente por Pymes, con capital prevalentemente español. De todas maneras hay que tener en cuenta que el 65% de las empresas productoras de animación de nuestro país factura menos de 500 mil euros y que casi la mitad de las empresas activas hoy en día, no existía hace 10 años.
El 90% de estas empresas se dedica a la producción de contenidos, tanto para televisión, como para cine. Y muchas lo hacen mirando más allá de nuestras fronteras. El 60% de las empresas exporta, el 45% lo hace en los mercados europeos, el 23% en Norteamérica y solo el 10% en Oriente Medio y África. De hecho, el mercado que más peso representa en la facturación de la industria es el norteamericano, con un 52% de los ingresos totales. Pero mercados como el asiático representan importantes retos y oportunidades, debido a las dificultades de introducción y a su inmenso potencial en cuanto a volumen de espectadores.
La facturación del sector de la animación en España sigue dependiendo en gran parte de los modelos de negocio tradicionales – televisión y cine – que juntos representan el 66 % de los ingresos. Pero los modelos de negocio digitales – distribución online, licencias digitales y derivados digitales – ya suponen de media el 12% de la facturación y se prevé que cobren más importancia en el futuro; de hecho, para algunas empresas, constituyendo casi el 100% de los ingresos. Por su parte, los modelos de negocio alternativos, como la provisión de servicios (de animación, rendering, etc.), la publicidad, la consultoría y la formación, suman sólo el 20% de los ingresos de la industria.
FUTURO PROMETEDOR
Los buenos datos recogidos en este «Libro Blanco» permiten a la federación del sector prever que en 2020 la industria española supere los mil millones de euros de facturación, con una tasa media anual de crecimiento del 24%. Además esperan un crecimiento del empleo del 11,17% anual hasta alcanzar en 2020 los 10.000 empleos directos y unos 40.000 profesionales en total vinculados a la industria de la animación. Y es que en los próximos 4 años se prevé poner en marcha más de 90 largometrajes, más de 140 series y alrededor de 400 cortometrajes.