Ok. Me parece genial que te parezca mal que existas subvenciones al cine. Estás en tu derecho. Pero si las vas a criticar, utiliza argumentos de peso y no caigas en los clichés de siempre.
Si analizamos las bases de la última convocatoria de las «Ayudas generales para la producción de largometrajes sobre proyecto«, las más importantes de las diferentes lineas de ayudas que oferta de forma regular el Ministerio de Cultura, debes saber que…
… DA IGUAL EL GUION Y LOS ACTORES
Las ayudas al cine se basa en un sistema de puntos objetivos. Objetivos. Da igual de qué trate la película o quién la protagonice.
No te dejes engañar. No se subvenciona ninguna película porque trate de un temática que favorezca al Gobierno de turno o porque la protagonice un actor «de la ceja». Si se ayudan más películas de un tipo que de otro, o protagonizadas más por unos actores que por otros, es simplemente porque los productores creen que tratando esos temas y protagonizándolas esos actores van a conseguir hacer más dinero. Tan sencillo como eso. Pero eso al Ministerio le da igual a la hora de otorgar más puntos a un proyecto vs otro.
Estos son los verdaderos criterios que si se tienen en cuenta:

- Carácter cultural del proyecto: hasta 3 puntos. Básicamente si la película está grabada en Español o en otra de las lenguas cooficiales de España tienes 3 puntos, si está grabada en una otras lengua de la Unión Europea, 1 punto.
- Trayectoria del director: hasta 3 puntos. Se valora que películas anteriores del director hayan sido seleccionadas en alguno de los Festivales más importantes del mundo, que haya sido galardonado con el Premio a Mejor película en Festivales como Cannes o en galardones como los Goya, que haya sido nominado a los Premios Oscar, que al menos 2 de sus películas hayan recaudado más de 1,5 millones de euros en taquilla o que sea un director novel.
- Solvencia de la empresa solicitante: hasta 16 puntos. Se premia que la productora que solicita la ayuda haya producido en los últimos 6 años otras películas que hayan participado en Festivales y que hayan realizado buenas cifras de taquilla e importantes cifras de ventas (a más espectadores y más ingresos demostrables, más puntos).
- Viabilidad económica y financiera del proyecto: Hasta 41 puntos. Que ya tenga firmados contratos con un distribuidor, un agente de ventas internacional, televisiones, etc que aseguren la viabilidad económica del proyecto. Cuanto más grandes sean las cantidades reflejadas en esos contratos firmados, más puntos obtendrá la solicitud.
- Impacto socioeconómico y de la inversión e innovación: Hasta 37 puntos. Y por ultimo se premia también un mayor porcentaje de gasto realizado o repercutido en España, el fomento de la igualdad de genero, incorporar al proyecto personas con contrato en prácticas o con discapacidad y el género de la película (si es documental, 1 punto más y si es de animación 4)
… LAS AYUDAS SOLO CUBREN UNA PARTE DEL PRESUPUESTO
No se conceden ayudas a lo loco. Los proyectos subvencionados tienen que poder demostrar su viabilidad económica y contar ya con parte del presupuesto.
Como te explicaba en el punto anterior el Ministerio por encima de todo premia la viabilidad económica de los proyectos con casi la mitad de los puntos.
Esto se traduce en que en el momento de presentar la solicitud hay que demostrar que ya se tiene garantizada una financiación de, al menos, el 35% del presupuesto que, por cierto, tiene que ser como mínimo de 1,3 millones de euros para los largometrajes de ficción.
Aunque la realidad es que según el ICAA, una película española cuesta de media 2,54 millones de euros y la mayoría de las que recibieron esta linea de ayudas el año pasado contaban con presupuestos de entre 3 y 4 millones de euros.
Así que si la mayoría de las películas que reciben estas ayudas cuesta hacerlas entre 3 y 4 millones, pero la norma dice que el importe máximo de la ayuda no puede ser superior a 1 millón de euros, es evidente que nadie vive de las subvenciones del cine español. Quítatelo de la cabeza.
Pero aunque las películas agraciadas contaran con presupuestos más ajustados tampoco podrían básicamente porque la Ley lo prohíbe.
En concreto el artículo 21 del Real Decreto 1084/2015, de 4 de diciembre que especifica que «el total de la cuantía de las ayudas a la producción no podrá superar el 50 por 100 del presupuesto de producción». Es decir, sumando todas las subvenciones que reciba una película estás no podrán sumar más del 50% de lo que cueste hacerla.
Para financiar el resto, lo normal es que los productores hagan preventas de los derechos de explotación de la película a televisiones en abierto y de cable, distribuidores nacionales, agentes de venta internacional, etc. Las lineas de ayudas (internacionales, nacionales o regionales) son una opción más a la hora de completar el plan de financiación, pero no siempre se recurre a ellas. Es el caso por ejemplo de muchas de las películas que se están produciendo para plataformas como Netflix que al no tener un estreno en salas no pueden optar a este tipo de ayudas y exploran otras vías de financiación.
… SIRVEN PARA REACTIVAR LA ECONOMÍA NACIONAL
El dinero concedido no cae en saco roto. Las bases dejan claro que al menos el 50% del presupuesto (no de la Ayuda, del presupuesto total de la película) se debe gastar en España o revertir en autores o en equipos técnicos, artísticos o de servicios españoles. Es decir, que al concederle una ayuda el Ministerio está obligando al productor a invertir a su vez en talento y empresas españolas reactivando de esta forma la economía de la industria audiovisual nacional.
Obviamente en el caso de largometrajes realizados en régimen de coproducción con empresas extranjeras, este requisito se entenderá referido al presupuesto de la participación española y quedan excluidas del cumplimiento de este requisito las coproducciones internacionales en las que la participación española sea simplemente de carácter financiero.
Además, los productores que reciben una de estas ayudas están obligados a dedicar, al menos, un 15% del presupuesto a copias, publicidad y gastos de promoción para su estreno comercial en salas de exhibición en España.
Apoyando de manera indirecta a otros sectores como el de la publicidad (agencias de marketing y de medios, medios de comunicación donde se contrata la publicidad, etc) como el de la distribución y exhibición cinematográfica (las salas de cine).
Y evitando de paso que se subvencionen proyectos que no tengan una verdadera ambición comercial y terminen quedando olvidadas en un cajón. Aunque luego, pese a ser objetivamente un buen proyecto con una viabilidad económica demostrada y realizado por una empresa con importante trayectoria puede pasar obviamente dos cosas: Que sea un super éxito como «Campeones» u «Ocho apellidos vascos» o que el producto final no sea atractivo para el público y consiga poca taquilla.
Pero el productor que consigue una de estas ayudas está obligado si o si a estrenar su película en el plazo máximo de 9 meses y en un número de salas acorde a su presupuesto (normalmente como mínimo 40 salas para películas de más de 2 millones de euros).
Y EN CUALQUIER CASO…
La industria del cine en España genera más riqueza al Estado que lo que el Estado destina a subvenciones.
Si nos fijamos por ejemplo en los datos del año 2016, los cines españoles recaudaron más de 605 millones de euros, lo que hizo recaudar por IVA al Estado 105 millones de euros. Si tenemos en cuenta que el presupuesto del Estado para cine fue de 77 millones las cuentas están claras. El Estado recaudó en concepto de IVA de entradas al cine 28 millones de euros más de lo que gastó en ayudas al cine. Y a esto hay que sumar lo recaudado a través de otros impuestos como el impuesto de sociedades, el IRPF, la cuota de autónomos o el IVA de todas las demás facturas que la industria genera.
Es cierto que de lo recaudado por las salas de cine españolas solo 109.782.568 € correspondían a películas nacionales, pero es que la industria del cine español es mucho más que las películas 100% españolas. La industria del cine en España son los exhibidores (las salas de cine españolas, proyecten lo que proyecten), las distribuidoras españolas que distribuyen cine español y también las que distribuyen cine internacional, los productores españoles, los coproductores españoles que coproducen con otros países, las empresas de servicios que trabajan para dar soporte a los rodajes nacionales y las que lo hacen casi en exclusividad para dar soporte a los rodajes internacionales que vienen a rodar aquí.
Un vecino
31/01/2020 el 11:25
Menudo negocio tenemos los españoles con el cine patrio. Y no solo con el cine
Por cierto, seguro que vender biblias no se te da mal
Oih
01/02/2020 el 14:50
Por favor, corrijan ese «contra más…». Por lo demás, interesante artículo.
Rodrigo Espinel
02/02/2020 el 09:55
Corregido 😉 Gracias !
Channels
03/02/2020 el 20:52
¿Quién me está engañando, según tú?
Pablo
31/03/2020 el 00:03
Si una película es, no ya buena, sino al menos decente, no sólo recuperará la inversión sino que generará beneficios en taquilla. Eso es un hecho.
Y ésta una opinión: salvo contadas excepciones, el cine español es malo. Un sumidero donde las subvenciones se desvanecen transformándose en películas que nadie paga por ver porque son basurescas.
Y sí, las subvenciones al patético cine español están estrechamente ligadas a la política.
Dedrick
29/10/2020 el 23:27
No hablas de las «subvenciones» con la rebajas en los impuestos y más,si es una mujer la directora o guionista, igualdad al poder