Se acerca la fecha de uno de los mayores certámenes de música del planeta: el Festival de Eurovisión, el espectáculo musical más caro después de la Super Bowl, que si se caracteriza por algo es, sobretodo, por su gran despliegue técnico y humano. Una producción tan espectacular como millonaria.
Pero ¿Quien paga todo esto?
Cada año el coste de la producción del Festival lo asumen entre el Gobierno del país sede, el Ayuntamiento de la ciudad donde se celebra y la televisión nacional que retransmite el evento. Por eso el dinero que se destina para el certamen varía cada año dependiendo de lo que el país que lo celebra esté dispuesto a invertir.
El presidente del Consejo de Administración del Festival de este año ha declarado en el periódico portugués O Jornal Economico que el certamen que se celebrará en Lisboa el próximo 8 de mayo será el más barato de la historia y se alejarán de las cifras de años anteriores que oscilaban entre 18 y 40 millones de Euros. También ha declarado que la calidad del festival no defraudará aunque la inversión sea menor
Demos un repaso al dinero invertido por los diferentes países sede durante los últimos años:
El certamen más barato de los últimos años fue el de 2013 celebrado en Malmö (Suecia) donde se gastaron tan solo 15 millones de euros. Por otro lado el más caro fue el de Azerbaiyán en donde se invirtieron alrededor de 100 millones de euros. Aunque hay que tener en cuenta que esta gran cifra incluía la construcción del Baku Crystal Hall, recinto donde se celebró el festival.
Después de ver estas cifras la pregunta es ¿son rentables estas inversiones para los países que acogen el festival? La respuesta es sí. Los países en los que se celebra Eurovisión reciben turistas de todo el mundo que viajan hasta allí para ver el festival. Se calcula que cada año alrededor de 30.000 personas visitan la ciudad anfitriona y consumen alojamiento, comida y ocio. También es importante la publicidad indirecta que se da a los países anfitriones que conlleva un aumento del turismo en los años posteriores. Por ejemplo Austria en 2015 gastó 21 millones de euros y la repercusión económica del festival fue de 38 millones.
¿Y España, cuánto paga para poder participar en el festival?
Sin contar los gastos de promoción del candidato español en el certamen, ni las dietas y alojamiento del equipo que le acompaña, España cada año paga una cantidad de dinero a la Unión Europea de Radiodifusión (UER) para poder participar. Nuestro país desde siempre ha sido uno de los cuatro integrantes que más dinero han aportado al festival y como recompensa España pasa directamente a la final cada año, sin riesgo a ser eliminada en la preselección. En el año 2015 España pagó a la UER un total de 396.918 euros para llevar a Edurne a Eurovisión y al año siguiente la participación de Barei se convirtió en la más cara de los últimos años con un coste de 445.235 euros. A estas alturas mucha gente se pregunta si vale la pena que España invierta tanto dinero cada año con los malos resultados que está obteniendo. ¿Qué opinas tú?
Graduado en Periodismo por la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Valladolid y Meritorio de producción en películas como "Poliamor para principiantes" dirigida por Fernando Colomo.
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