Producción de cine
Entrevista a Gala Gracia y Guillermo Garavito Amado, directores del cortometraje candidato a los Goya «Evanescente»
En un caluroso día de verano, Mario, un cocinero inmerso en la rutina, comete el error de olvidar a su pequeño hijo Enzo, de un año de edad, en el coche. Este descuido desencadena una tragedia que marcará para siempre las vidas de Mario y Esther, su esposa. Esta es la premisa de «Evanescente», el corto escrito y dirigido por Gala Gracia y Guillermo Garavito a quien hoy entrevisto, tras haber sido reconocidos con una nominación en los Premios Forqué, con la mirada puesta en los Goya, donde aspiran a hacerse con una nominación tras su paso – entre otros – por los festivales de Málaga, Medina del Campo, Alicante, Almagro o Lanzarote.
El duelo es un tema universal ¿Cómo nace la idea de abordar una historia así?
Leímos una noticia que nos impactó mucho donde un padre había olvidado sus mellizos dentro de un coche y por este descuido y debido al calor que hacía en la calle, los bebés mueren. Su esposa y madre de los niños, pese al dolor y sentimientos encontrados generados por esta tragedia lo apoyó durante el juicio y esto también nos puso a reflexionar sobre el amor encontrados medio de una tragedia.
¿Cuál es el mensaje esencial que queréis transmitir con «Evanescente»?
Más que un mensaje con afirmaciones tenemos un mensaje con preguntas que son las que nos han acompañado desde que conocimos la noticia, por ejemplo, ¿Cómo se puede perdonar este tipo de tragedia? ¿El amor es tan fuerte que es capaz de superar una desgracia como esta o no…?
No solo habéis escrito el cortometraje juntos, sino que también lo habéis dirigido ¿Cómo se dirige un cortometraje a cuatro manos?
Afortunadamente tenemos gustos similares y la forma de ver el mundo es muy parecida y esto facilita el momento de contar una historia y de pensar la estilo a nivel artístico para mostrarla. Así que no tenemos mayor desafío al escribir o dirigir a cuatro manos, no tenemos que negociar y todo va fluyendo.
¿Cuáles son los principales desafíos que habéis tenido que afrontar a lo largo de todo el proceso creativo?
Teníamos el presupuesto ajustado y esto nos hizo economizar recursos al máximo, afectando las localizaciones, pero una solución que encontramos a partir de las ideas de producción es que en una sola localización podíamos hacer varios sets. Otro desafío fue trabajar con un niño de dos años, pero afortunadamente es el hijo de Carlo D’ursi y eso facilitó todo. En montaje el desafío fue decidir con qué versión cronológica estábamos todos de acuerdo, tanto los productores como nosotros.
«Evanescente» es visualmente impactante. ¿Qué papel juega la fotografía?
Tanto la fotografía como el sonido son elementos determinantes para buscar esa forma en la que queríamos transmitir las sensaciones, emociones y reflexiones de este relato, que tiene dos momentos, la vida de la familia antes y después de la desgracia que les ocurre. Por ejemplo, con la fotografía nos apoyamos para reflejar la transición que tienen los personajes desde el amor, la incertidumbre, la rabia, la soledad….
Con Sandra Fortmager, la directora de fotografía, encontramos que estar más cerca de los personajes, en primeros planos, nos ayudaban a acentuar la pesadez de la tragedia, pero el amor en pareja lo encontramos en planos de dos, manteniendo a la pareja en el mismo plano. El 4:3 lo encontramos como solución para mostrar el ritmo agitado de la vida de los personajes y el agobio que les marca la desgracia en sus rostros…
¿Cómo ha sido el trabajo con el elenco?
La experiencia de Ruth y Carlo nos daban la garantía para ir más seguros al momento de trabajar los personajes y definir ese arco dramático tan fuerte que tienen. A partir de ejercicios de improvisación logramos encontrar una familiaridad y la intimidad propia de la cotidianidad de una familia y claro, el niño es hijo de Carlo, pero no de Ruth, entonces trabajamos para lograr que no se notara eso y además, El niño estaba muy despierto, atento y muy sonriente, entonces eso facilitó también el trabajo con con Ruth y el vínculo que vemos en pantalla.
¿Qué supone para el proyecto la nominación a los Premios Forqué y la potencial nominación a los Goya?
Supone un reconocimiento al trabajo de todo un equipo que ha creído en esta historia y que ha puesto todos sus esfuerzos y recursos en poderla sacar adelante.
La financiación de un cortometraje nunca es fácil. En este caso se trata de una coproducción a 5 bandas.
El cortometraje se ha producido gracias a la unión de 5 empresas y 9 productores, lideradas por Potenza Producciones. La Comunidad de Madrid ha creído desde el principio en el proyecto, pero hemos necesitado que Carlo D’Ursi, gracias a su conocimiento del mercado, articulara una coproducción nacional e internacional, para dotar al proyecto de los recursos necesarios y que nos llevado hasta esa nominación a los Premios Forque y la inscripción en los Premios Goya.
¿Qué lugar creéis que tienen los cortometrajes en la industria española actual? ¿Habéis percibido un cambio en su visibilidad en los últimos años?
Creemos que el cortometraje es un formato que se está popularizando mucho entre el gran público, viniendo de la ola del formato corto de Internet que creemos que le ha beneficiado y a raíz de esto también vemos que cada vez hay más festivales y más profesionalizados para este tipo de formato, lo cual es muy positivo para la industria, aunque queda camino por recorrer y por ejemplo darle visibilidad en salas de cine proyectándolo antes de un largometraje o tener más ventanas dentro de la parrilla de programación de la televisión sería un gran paso que se podría dar