Producción de cine

[Conclusiones de las Jornadas AECINE 2023] Productores y exhibidores: encuentros y desencuentros.

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Con el objetivo de buscar un acercamiento entre productores y exhibidores, la segunda de las jornadas profesionales anuales organizadas recientemente en la Academia de Cine por la asociación española de productoras independientes AECINE contó con la participación de los productores Álvaro Longoria (Morena Films) y Kiko Martínez (Nadie es perfecto), junto a los representantes de algunas de las mayores cadenas de exhibición: Álvaro Postigo de MK2, Agustín Llorente de Kinépolis, Víctor Anaya de Unión Cine Ciudad y Enrique González Macho, de Renoir

Un encuentro que arrancaba rompiendo el mito de la cuota de mercado del cine español y celebrando que este año se encuentre por encima del 20%, pero con la pregunta en el aire sobre la saturación de estrenos en salas y la posible limitación del número de salas a las que pueda acceder cada estreno. Algo sobre lo que no todos estaban de acuerdo.

Mientras algunos exhibidores achacaban esa saturación a la falta de selección por parte de los distribuidores, los productores se referían a la necesidad de estrenar debido a motivos de diferentes regulaciones, cumplimiento de obligaciones temporales para mantener subvenciones que dependen de una fecha, etc. Unos pensaban que al final, el mercado se autoregula, y los exhibidores remarcaban el alto coste que supone tener abiertas las salas en proyecciones sin apenas público.

Se habló también de la posibilidad de reducir el número de pases en determinadas películas, de la necesidad de buscar la ventana óptima para cada título, de la posibilidad de ajustar los precios de las entradas según los títulos y, sobre todo, y de fomentar un mayor y más directo diálogo entre productores y exhibidores; así como de la importancia de la promoción. La necesidad de que el talento se comprometa en las campañas y de que el cine español tenga una mayor presencia en los medios de comunicación.

Una jornada no exenta de debate, pero que puso de manifiesto el interés de todas las partes por lograr un entendimiento en aras de un objetivo común: hacer que el público vuelva a las salas de cine.

PRINCIPALES CONCLUSIONES

Pablo Nogueroles, de Beta Fiction, responsable de moderar la segunda jornada, comenzaba rompiendo una lanza por el cine español. “Hay que romper el mito de la cuota de mercado del cine español, que este año está en récord, con un 21%. De hecho, muy pocas veces ha estado por encima del 20% y respecto al año pasado ha subido un 63%. El cine español está funcionando y muy bien, mientras que el americano no tanto. Y hay que  romper  una  lanza  a  favor  de exhibidores que exhiben cine español.

Continuaba lanzando la primera pregunta: “Avanza la recuperación, lentamente, pero estamos recuperando. El número de estrenos, todos los países del entorno bajan menos España, que tiene 93 películas más. ¿Hay demasiados estrenos en las salas? En Francia, por ejemplo, existe una limitación a la hora de estrenar en un número determinado de salas… Y más aún, ¿las salas deben quedarse solo para cine o también para otras cosas?

Álvaro Postigo, de Mk2 arrancaba con una respuesta clara “Sí, hay una labor que deberían estar haciendo los distribuidores de selección, estamos estrenando demasiadas películas. La referencia es 2022 respecto a 2019, antes de la pandemia, que ya fue un gran año con una presión de estrenos importantes. Estamos con 90 títulos más este 2022, eso hace que no todos los estrenos se puedan comunicar bien, no todos se pueden publicitar y promocionar bien, y los exhibidores lo notamos, son muchos títulos que hacen recaudaciones que no nos permiten protegerlos.”

Álvaro Longoria, de Morena Films hablaba de su propio ejemplo: “En los últimos meses hemos estrenado En los márgenes que ha ido bien, Cerdita que no ha ido tan bien, Reyes contra Santa que no está yendo excesivamente bien. Al final esto ocurre porque los productores y plataformas quieren que las pelis se estrenen en salas por diferentes regulaciones, subvenciones que dependen del estreno en salas… Esto hace que haya unas 160 películas obligadas a hacer un estreno en salas, independientemente de que sea un negocio o no. Hay una inflación de títulos que muchos no ganan dinero y lo saben, pero les obligan. La administración siempre va por detrás, el ICAA especialmente. No están al día en un mercado que cambia a toda velocidad. Para muchos. los cines son una plataforma de marketing, favorecen que una peli tenga repercusión, cuando estrenas directamente un original en plataformas no tiene la misma repercusión que cuando lo hace en salas. Cuantas más opciones mejor.”

Agustin Llorente, de Kinépolis, replicaba avanzando en razones empresariales “Si hay muchos títulos o no, lo decide el público. Tenemos un problema de costes estructurales muy grande, poner títulos en salas con 6 personas nos cuesta mucho, calefacción, luz… para recaudar 30 o 40 euros en algunas sesiones. Debemos trabajar en racionalizar un poco el mercado para hacerlo sostenible para todos los actores de la cadena. Entre los exhibidores hay cierta presión para poner los títulos, pero luego no vienen acompañados de un plan potente de marketing y comunicación, la gente no es consciente de los títulos que hay en el mercado, o no saben si se estrena en plataformas o en cine, hay mucha confusión y nos encontramos con títulos con recaudación muy baja que nos hacen entrar en pérdidas.”

El fundador de Cines Renoir, Enrique González Macho, se mostró contundente. “Lo primero es distinguir entre estrenar y poner películas en cine. Uno de los problemas es que se hacen demasiado pases de películas que no son estrenos, que por otro lado se incrementaron por la necesidad de las salas durante la pandemia porque había que exhibir algo. Se habla de estadísticas en cine, pero todas están falseadas: de 137 películas alemanas por ejemplo sólo se han visto 2, se han puesto por razones ajenas a criterios de exhibición, lo que desvirtúa los datos. Hay una gran desazón dentro del sector por todos los impedimentos, impuestos o voluntarios, es una situación confusa. La nueva modalidad de las plataformas, ha cambiado todo. Los españoles van 2,2 veces al cine al año. No es una práctica excesiva. Si el camino lo enrareces, son héroes cuando van a ver una peli al cine. En la percepción del público de lo que es una peli o un telefilm hay un despiste general. Hemos perdido (y tenemos la culpa la exhibición) el poder de comunicación con el público. Si una persona mayor no usa internet, ¿dónde ve la cartelera si no se publican?, no saben cómo ir al cine. Tenemos un sector mayor que no está yendo al cine porque es más fácil darle a un botón y ver el cine de La 2.”

Por su parte, Víctor Anaya de Unión Cine Ciudad puso sobre la mesa el detalle lanzando una reflexión a los productores y distribuidores “Está claro con los números que sí hay demasiados estrenos, pero hay que bajar al detalle. Cuando se estrenan las películas grandes tienen su sitio, “A todo tren” por ejemplo, no tendrá ningún problema con el número de salas de estreno, pero las películas medianas que se han multiplicado por 8 ó 10 son las que tienen problemas. Esas películas medianas, normalmente están destinadas a unos cines en concreto (cines de centro con pocas salas) y es imposible atender todos esos estrenos cada semana. Hay empresas (productoras o distribuidoras) que cuidan sus películas, y hacen un seguimiento, posicionamiento, acuerdos con el cine… pero hay otras que estrenan por estrenar o por cumplir contratos con plataformas o subvenciones. Incluso te cambian la fecha la semana antes, esta semana hay 16 estrenos así que la paso a la semana que viene que hay 12, te dicen. Y la misma persona que nos vende esa película nos está vendiendo la siguiente y la siguiente…”

El productor Kiko Martínez, de Nadie es perfecto, iba más allá: “El mercado se regula solo, los datos son obvios, hay muchas películas. He trabajado con plataformas, pero el marketing y posicionamiento de una peli estrenada en salas no tiene color. Recuperar la sala como lugar prioritario, te da prestigio. Quizá debemos hacer una reflexión de qué tipo de pelis hacemos, qué tipo de público va al cine. No es el mismo que ve una peli en una plataforma o en una sala la misma peli. Recuperar el público joven para las salas. “

A lo que González Macho apostillaba con un ejemplo: “Este último miércoles decidimos morir por la patria porque jugaba España, y sorprendentemente ha sido un día de espectadores igual que los demás. El problema es que antes eran 10 y ese día bajaba a 4 y ahora son los mismos 4.”

Sobre la regulación de las ventanas

“Los productores nos adaptamos al mercado siempre.” Declaró Álvaro Longoria – “Hay una desconexión entre los cines y los productores, nunca lidiamos con los cines, son una opción, pero nunca planteas el negocio únicamente como explotación en cines. Cuando hablamos de plataformas o regular la ventana hay que tener cuidado: si regulas la ventana, que parece lo obvio y fácil, que todos los estrenos tengan 40 días, no parece lógico para pelis de una semana. “Reyes contra Santa” se estrena en Prime Video en Navidad, pero si le decimos que espere a estrenar 20 días después te dice que no la hace. Hay que desintermediar.” Y más tarde concluía: “Cuando vamos a estrenar en salas no hay forma de monetizar lo que se va a hacer en cines. Por eso hay que buscar la ventana óptima para cada película. Un documental no puede tener una ventana de 4 meses, pero una como “Campeones” sí. Necesitamos un modelo más flexible, con opciones diversas.”

Víctor Anaya contestaba: “Somos el último eslabón de la cadena, cuando ponemos una película vuestra nos la creemos y la hacemos nuestra. Hay muchas películas todas las semanas y tenemos que elegir, y la que ponemos, creemos que es la que va funcionar. Y destinamos la comunicación y los recursos del cine a darla a conocer. Da igual que sea grande o pequeña. Tiene que haber una ventana. La experiencia del cine no se puede cambiar con nada. Liturgia. El problema es que tenemos mucha presión de las distribuidoras cada una queriendo estrenar sus películas. En la pandemia había una película española que tenían dudas si estrenar en cine o no (Padre no hay más que uno 2), ya que tenían una oferta por llevarla directamente a una plataforma y pensaban que no tenían el apoyo de los cines. Las productoras de la película organizaron una reunión por zoom con todos los exhibidores españoles. Nos contaron sus miedos y la oferta que tenían, pero querían estrenar en cine, aunque tenían muchas dudas. Les ofrecimos nuestro apoyo incondicional si estrenaban en cine, además de una continuidad de la película y finalmente la película se estrenó en cines (haciendo más dinero que la anterior) y después de una ventana, en la plataforma.

Álvaro Postigo se mostró firme defensor de las ventanas: “es muy urgente, es parte del problema. El caos en el que estamos tiene mucha culpa del problema de taquilla. Debemos sentarnos a negociar en una mesa donde todos los agentes del sector se sienten en igualdad de condiciones. En esa mesa queremos al ICAA como árbitro. Es importante volver al status quo que se rompió con la pandemia. Las plataformas no son un enemigo, son una forma más de TV con la que no tenemos problema en competir, la exhibición tiene peculiaridades y necesita esa ventana. Y hay muchísimo desorden en la comunicación de los estrenos… es más importante esto que el número de estrenos.”

Y Enrique González Macho puntualizaba con contundencia: “sobre las plataformas hay que distinguir, lo que significan y están haciendo. Con las televisiones tradicionales, una película se veía más cuanto más se hubiera visto en cines, ahora eso no cuenta. La película “Roma”, fue un estreno pequeño en cines, pero si “Roma” la llega a hacer un vietnamita y no quién la hizo, no va nadie a verla. Las plataformas las llevan financieros, no cineastas. En todas las crisis que hemos vivido, como la del vídeo, al menos estaba detrás gente del cine. Los que llevan las plataformas son los que tienen los dineros y no tienen nada que ver con esto, y cuando deje de dar dinero, se dedicarán al cultivo del champiñón en el Alto Aragón. Cuando no hay gente de cine detrás es muy difícil entender este mundo. Ahora lo llevan analfabetos cinematográficos. Los streaming terminarán siendo nuevos canales de TV. No iba a haber publicidad, pues ya hay publicidad y cada día más. Y habrá programas patrocinados. Pero habrán hundido todo un sector que tenemos una consideración con el cine que ellos no lo tienen. Ventanas por supuesto que sí. Me indignan que sean ellos los que nos impongan las ventanas. “8 apellidos vascos” se ha puesto 23 veces en TV y la 24 hará más audiencia. Como pasa con “Pretty Woman”. Efecto perverso de las plataformas, que pagarán muy caro ellas mismas, se han cargado el star system que es lo que mueve a la gente. Nadie sabe ahora quién la ha dirigido o actuado en una determinada película.”

Agustín Llorente, de Kinépolís defendió también el modelo tradicional de ventana como un efecto multiplicador de un buen estreno en cines. “Pero la gente no sabe lo que se estrena, ya no se habla de cine y es culpa de todos. Se ha dejado de hablar de “cine en el cine”. Hay pocas noticas hablando de nuevos estrenos de películas en cines, y en la mitad de ellas el titular es para decir cuándo se pueden ver en plataformas, lo que incentiva a la gente a esperar a su estreno en casa. Las ventanas son un componente económico importante, como exhibidores damos un porcentaje importante de la taquilla y en contraposición recibimos una peli hecha por unos productores estupendos, un producto muy bueno, unas campañas de marketing para dar a conocer las películas al público y una exclusividad para su explotación en cines. Y sin embargo las ventanas han volado, pero se nos pide como contraprestación por menos un precio más alto. Es un modelo decreciente para nosotros. La contribución que pagamos se reduce conforme la película lleva más semanas en cartel, pero con la reducción de las ventanas la vida media de las películas se ha reducido, lo que se traduce en un incremento indirecto del precio que pagamos por las mismas. No nos sobran los márgenes, apelo a la solidaridad y racionalidad de todos los actores del mercado.

Kiko Martínez apostaba por la flexibilidad y por el contacto directo con los exhibidores “He tenido algunos éxitos en taquilla y me ha ido bien con las plataformas, pero es incomparable la repercusión de un estreno en salas éxito. Antes las distribuidoras adelantaban el dinero, y ahora cuesta más. La clave de la ventana es la flexibilidad. Con el retorno actual en taquilla es difícil para el productor decir que no a determinadas ventanas. Deberíamos tener claro qué tipo de público va a las salas, cómo trabajar las campañas de promoción y marketing. Una peli que ha tenido éxito en cine va mejor en las plataformas. Además, el boom de las plataformas que hemos vivido se ralentizará, por tanto, hay que recuperar la ventana de las salas y tener más contacto con los exhibidores.”

Álvaro Postigo concluía “Disfrutar de la experiencia de la sala, mentalmente es muy sano. La exhibición siempre ha pensado que éramos los protegidos socialmente, lo que hará que nunca desaparezca, pero sufrimos y vemos cuánto tiempo más vamos a sufrir o recuperarnos. Creo que es fundamental el tema de la ventana, hablando con productores y distribuidores, hay una cierta unanimidad en que es necesaria, el caos se ha impuesto y hace que las taquillas no se recuperan. Nos va a costar salir del hoyo. Producto hay, falta orden y promoción. Los productores decís que no tenéis oportunidad de tratarnos, nos pasa lo mismo. A nivel sectorial tenemos pocos foros comunes. Estoy convencido de que vuestro mejor aliado es la exhibición, pues siempre su mayor interés es que todas las películas hagan el máximo posible. Solo una exhibición fuerte y diversa hará una difusión diversa. Tenéis en la exhibición un gran aliado, usarnos.”

Sobre el exceso de estrenos y la importancia del precio de las entradas

“De las 15 pelis que han recaudado más de un millón en taquilla, 12 son de majors. ¿La distribución independiente está lanzando demasiadas películas?” planteaba Pablo Nogueroles.

La productora María Luisa Gutiérrez, presidenta de Aecine y fundadora de Bowfinger lo tiene claro. “Los productores debemos tener mayor dialogo con los exhibidores. Un productor no entiende 16 semanas de ventana de cine cuando no se garantice 16 semanas en exhibición. Entiendo que cada cine es una empresa y si no llena, no va a tirar con esa peli. Cuando empieza este diálogo los productores somos conscientes que la luz ha subido, el gasoil, el coste de personal, todos tenemos un problema… Luchamos por sobrevivir, se toman decisiones erróneas, decisiones cortoplacistas. Es grave que en la sala de cines no haya variedad de títulos, si sólo veo el superhéroe de turno durante varias semanas, probablemente no vuelva. Los productores tenemos obligaciones legales, las subvenciones nos obligan a hacer una exhibición mínima para conseguir esa subvención. Somos defensores de la ventana de cine, pero hay que hablar de los precios, nadie quiere hablar de precios. Hablar de que mi peli cueste lo mismo que la peli de superhéroes que ha costado 150 millones no tiene sentido, o que no valga lo mismo el primer fin de semana que los siguientes. Un precio que negociaría el productor con el exhibidor. Y por otra parte, ¿Debería haber un control de cantidad de títulos en cada centro?”

Enrique González Macho discrepaba, “Si pongo una peli francesa a 7 euros y pongo otra española a 5, los productores me matan. Estoy elaborando un plan muy claro de variación de precios, pero estoy convencido de que el 90% va a fracasar. Siempre hay incertidumbre cuando se va a estrenar, con cualquier película. Sobre la programación, hay algo esencial y es que existe el cine americano, no hay por qué combatirlo ni hacer comparativas, hay que olvidarse de él, pensar más en el francés, alemán… Cuando domina el cine americano lo hace por muchas cuestiones, no como decís por el apoyo de todo el mundo, incluida la exhibición.”

Álvaro Postigo señalaba las limitaciones y se alineaba con su colega, pero rompiendo una lanza por los distribuidores “No hay ningún problema sobre hablar del precio, pero hay restricciones para hablar de precios sectorialmente. Hay ciertas limitaciones, pues si no, estaríamos conculcando el mercado o yendo contra el espectador. Si liberamos el precio habría problemas de calificación de las películas, hay que comunicarlo al espectador y que lo entienda. Hay mucha variedad en las salas, hay muchas salas de cine, de hecho, acabarán sobrando porque los niveles de ocupación son muy bajos. Se están estrenando muchas películas, no hay problema de variedad, puede haber determinadas semanas que un título ocupe no muchas sino muchísimas, salas, pero también ha pasado con títulos españoles cuando el mercado lo soporta. Dejar claro que no denostamos el trabajo de los distribuidores, hacen un trabajo fundamental de prescripción y selección de las pelis que deben ir al cine y se juegan el dinero en los lanzamientos, de los que son expertos junto a la promoción.”

Kiko Martínez ponía en valor también la promoción “Hay que trabajar con los actores para que se comprometan en las campañas y hacer lobby con la prensa para que cuiden el cine español. Para eso hay que tener más contacto con ellos, para que el cine esté presente en los medios de comunicación.”

Agustín Llorente cerraba “el elemento más importante de toda la cadena es el espectador, y hay que darle lo que quiere, no se le puede poner limitaciones. Lo que hay que hacer es trabajar para que no pida 20 salas de Avatar sino que también quiera la película española. Nosotros llevamos 3 años con salas llamadas Cine K, destinadas a películas pequeñas y de autor, y estamos perdiendo dinero. Pero seguimos apostando por ellas.”

María Luisa Gutiérrez dejaba la pregunta en el aire: “Deberíamos saber por qué se ha ido el que se ha ido, y por qué no ha vuelto a las salas de cine.”

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